“Alégrense...Dios está con nosotros”.
Este es el mensaje que Fray Ramiro de la Serna hizo llegar al encuentro de Emmanuelistas.
“‘Francisco vé y repara mi Iglesia’. Esta breve frase dio origen e inicio a una aventura que transformó la historia y que cambió muchos corazones”.
“Esta frase de Jesús a Francisco en la pequeña iglesita de San Damián abrió el camino para miles de hombres y mujeres que descubrieron que sus vidas estaban unidas a Cristo, a la Iglesia y a los pobres de un modo inseparable, casi sin poder ya identificar una realidad de la otra porque las tres se hicieron una en sus corazones”.
“Jesús, la iglesia, los pobres fueron la meta de muchos hombres y mujeres que se animaron a vivir de un modo diferente al que les proponía la sociedad de su tiempo”.
“Estos hombres cambiaron la historia porque se animaron a poner amor donde había vacío, se animaron a construir fraternidad donde había vínculos destruidos, se animaron a acercarse al que las sociedades esconde en los márgenes y termina transformándolos en marginados, mientras que ellos los llamaron hermanos”.
“Estos hombres y mujeres se animaron a anunciar apasionadamente el nombre y la vida de Jesús, el nombre y la vida de los pequeños. Estos hombres y mujeres se animaron a dejar seguridades y egoísmos, riquezas y proyectos porque se lanzaron a la gran aventura de colmar los corazones de los hombres con el rostro y el mensaje de Jesús”.
“Y todo empezó hace 800 años de manera sencilla en una pequeña iglesia de un pequeño pueblo...”
“Hoy ustedes se reúnen para celebrar un pequeño inicio que lleva recorriendo 8 años. Un inicio que fue anuncio: “Emmanuel”
“...Alégrense, disfruten, vivan, anuncien, gocen. Dios está con nosotros”.
“Un inicio que fue anuncio para ustedes y que muchos de ustedes se animaron a trasmitir a otros. Y así lo que comenzó en una pequeña iglesia de Ciudadela llegó a Oran, Salta, San Juan Río IV, San Rafael, Bahía Blanca, Mar del Plata, Lanús, Tartagal....”
“Las cosas de Dios inician siempre de forma pequeña, frágil y aparentemente ineficaces. Dios no necesita grandes obras sino corazones dispuestos y donde encuentra esta disposición, El se ocupa de Ser sentido y de hacer camino”.
“Quiero animarlos a cada uno de ustedes a hacerse responsables del camino iniciado con el Emmanuel. Es más que un retiro, es la decisión de vivir y de gritarle a tantos jóvenes que Dios está con nosotros y que por eso somos capaces de vivir y disfrutar la vida de otro modo”.
“Quiero animarlos a agradecer y esto significa ante todo la capacidad de devolverle a Dios en los hermanos. Espero que se anime a mucho más”.
“De un modo especial quiero agradecer a Fr. Claudio, porque fue capaz de escuchar y de sostener este llamado de Jesús a reparar la iglesita de tantos corazones juveniles, quiero agradecer a tantos jóvenes coordinadores y tantos que entregan su tiempo para anunciar”.
“El Señor los colme con su Presencia y les regale todo lo que necesiten. Y como no puedo estar presente le ruego a Fr. Claudio que en mi nombre les dé la bendición de San Francisco”.
“‘Francisco vé y repara mi Iglesia’. Esta breve frase dio origen e inicio a una aventura que transformó la historia y que cambió muchos corazones”.
“Esta frase de Jesús a Francisco en la pequeña iglesita de San Damián abrió el camino para miles de hombres y mujeres que descubrieron que sus vidas estaban unidas a Cristo, a la Iglesia y a los pobres de un modo inseparable, casi sin poder ya identificar una realidad de la otra porque las tres se hicieron una en sus corazones”.
“Jesús, la iglesia, los pobres fueron la meta de muchos hombres y mujeres que se animaron a vivir de un modo diferente al que les proponía la sociedad de su tiempo”.
“Estos hombres cambiaron la historia porque se animaron a poner amor donde había vacío, se animaron a construir fraternidad donde había vínculos destruidos, se animaron a acercarse al que las sociedades esconde en los márgenes y termina transformándolos en marginados, mientras que ellos los llamaron hermanos”.
“Estos hombres y mujeres se animaron a anunciar apasionadamente el nombre y la vida de Jesús, el nombre y la vida de los pequeños. Estos hombres y mujeres se animaron a dejar seguridades y egoísmos, riquezas y proyectos porque se lanzaron a la gran aventura de colmar los corazones de los hombres con el rostro y el mensaje de Jesús”.
“Y todo empezó hace 800 años de manera sencilla en una pequeña iglesia de un pequeño pueblo...”
“Hoy ustedes se reúnen para celebrar un pequeño inicio que lleva recorriendo 8 años. Un inicio que fue anuncio: “Emmanuel”
“...Alégrense, disfruten, vivan, anuncien, gocen. Dios está con nosotros”.
“Un inicio que fue anuncio para ustedes y que muchos de ustedes se animaron a trasmitir a otros. Y así lo que comenzó en una pequeña iglesia de Ciudadela llegó a Oran, Salta, San Juan Río IV, San Rafael, Bahía Blanca, Mar del Plata, Lanús, Tartagal....”
“Las cosas de Dios inician siempre de forma pequeña, frágil y aparentemente ineficaces. Dios no necesita grandes obras sino corazones dispuestos y donde encuentra esta disposición, El se ocupa de Ser sentido y de hacer camino”.
“Quiero animarlos a cada uno de ustedes a hacerse responsables del camino iniciado con el Emmanuel. Es más que un retiro, es la decisión de vivir y de gritarle a tantos jóvenes que Dios está con nosotros y que por eso somos capaces de vivir y disfrutar la vida de otro modo”.
“Quiero animarlos a agradecer y esto significa ante todo la capacidad de devolverle a Dios en los hermanos. Espero que se anime a mucho más”.
“De un modo especial quiero agradecer a Fr. Claudio, porque fue capaz de escuchar y de sostener este llamado de Jesús a reparar la iglesita de tantos corazones juveniles, quiero agradecer a tantos jóvenes coordinadores y tantos que entregan su tiempo para anunciar”.
“El Señor los colme con su Presencia y les regale todo lo que necesiten. Y como no puedo estar presente le ruego a Fr. Claudio que en mi nombre les dé la bendición de San Francisco”.
Fr Ramiro de la Serna ofm
Ministro Provincial
Ministro Provincial